1999 decía un calendario de futbol de mi papá, de river, una de las pocas cosas que habían quedado de él, después de que una asistente social, y unas llamadas a la policía, obligaran a que desaloje la casa. Ese año que empecé el colegio, triste. Con bronca quizás. No sé. Todos empezaban con ambos padres. En esa época todavía no eran tan comunes tener padres separados. Yo llegaba y él miraba mi cuaderno, para ver si estaba todo bien, y siempre estaba perfecto. Quería, que fuera perfecto, y siempre lo lograba. Notas perfectas en todas las materias. Pero él, sólo venía a casa una vez cada dos días. Yo siempre hacía la cuenta, "Si papá vino hoy, va a venir pasado", "Como vino ayer, va a venir mañana" y siempre nos dejaba algo de plata para mi hermana y para mí... Cosa que no servía de mucho...
No tenía muchos amigos ese año, tampoco estuve interesada en hacerlos, sólo una amiga, Cintia, ese año, fue el primero en haber ido a una fiesta de cumpleaños. Tenía 6 años y no sabía lo que era ir a la casa de algún nene de jardín, cole, vecino, vida exterior resumida en pocas palabras. Y ese año, Cintia fue inseparable. Me acuerdo haber pasado su cumpleaños ahí, ella en mi casa, y yo en la de ella, me acuerdo también de sus padres, que eran realmente muy buenos conmigo, pero que más adelante los iba a empezar a detestar un poco... También me acuerdo de su hermana Carolina, que se hiso amiga de mi hermana, las dos de la msima edad, 11 años, así que con más razón vivíamos juntas.
Pero como teníamos una maestra la cual nos gritaba, e insultaba, incluso en una oportunidad, me agarró de los pelos y me puso en un rincón porque al yo tener problemas de audición temporales, no había escuchado que dijo que nos sentaramos (cosa que no justifica lo que ella nos hacía al curso entero). Así que ese año mi mamá me cambió de curso, y años más tarde esa "maestra" llamada Norma iba a ser despedida por malos tratos y mcuhísimas quejas de padres y alumnos. Así empecé segundo grado, en el D, y a Cintia no la veía casi nunca, así que de a poco empecé a intentar hacer otro tipo de amigos, pero con muchos intentos fallidos, hasta que encontré a Ayelén, una nena que había repetido segundo grado, y que termino en mi curso, las dos nuevas y las dos totalmente marginadas por el resto.
Ella era algo rara, pero muy alegre, aunque lo que me acuerdo muchísimo era su autoestima baja... Ella vivía con sus dos abuelos a los que llamaba "papá y mamá", y su tío y a su mamá la veía cada tanto... Pero aún así, teniendo muchísimos problemas con la madre y su novio, ella siempre alegre para conmigo, algo que después de la separación de mis papás, necesitaba mucho.
Mis notas seguían brillando, pero ya no eran para él, que ya ni miraba mi cuaderno de colores, que decoraba para que se viera algo mejor, simplemente venía a casa a hablar cosas con mi hermana, que si bien tenía cinco años más que yo, aún era una nena, y ya la estaba obligando a que se armara un futuro de universidad.